Si somos muchísimos los que todavía conservamos los recuerdos de aquel verano de 1984, el de la plata de Los Angeles, seremos muchísimos más los que no olvidaremos este viernes 22 de agosto de 2008 en el que 24 años después del éxito más sonado de la historia de nuestro baloncesto, nuestra Selección masculina ha dado otro paso adelante en la historia. La victoria sobre Lituania, que nos ha encogido a todos el corazón, es otro gran hito en la historia del baloncesto español. Que el trabajo de todos, de un extraordinario Equipo y unos extraordinarios Jugadores se vea recompensado con una final olímpica es un motivo irrepetible para sentirnos orgullosos.
Orgullosos de tener esta generación de ganadores, de deportistas que lo han dado todo por la Selección, que hoy han conseguido otro éxito para el álbum y que, además, toda España lo ha visto, lo ha vivido, lo ha sufrido y, al final, lo ha celebrado.
Ha sido una victoria lograda gracias al trabajo de todos, al sacrificio de todos, y esto es algo que tiene un valor doble, un mérito triple. Y ahora estoy convencido de que en la final vamos a disfrutar muchísimo.
Y aunque ya sabemos que hay tragedias que no tienen consuelo alguno, el deseo íntimo de todos quienes formamos parte de la FEB, y por extensión de todo el baloncesto español, es convertir esta victoria en un homenaje a las víctimas del accidente mortal de Barajas. En estos momentos de alegría deportiva, nuestro corazón está más que nunca al lado de todos los familiares y amigos de quienes triste y trágicamente nos han dejado para siempre.