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miércoles, 29 de julio de 2009

Un reto pendiente

Un año después de la inolvidable final de los Juegos Olímpicos, nuestra Selección vuelve a escena concitando, como cada verano, las mayores expectativas.

Un campeonato de Europa es siempre un gran campeonato, duro y difícil, pero también apasionante, seguramente más ahora que España parte, año sí año también, entre el selecto ramillete de favoritos a todo. Es un papel que asumimos, que nos gusta y al que estamos dispuestos a hacer honor no sólo luchando por la mayor de las medallas sino también jugando un buen baloncesto y exhibiendo esos valores que han convertido a nuestros equipos en grupos admirables.

Como dijimos hace doce meses en el camino hacia Pekín, que seamos capaces de medir nuestro trabajo más allá de los resultados puntuales del corto plazo no significa que renunciemos a conseguirlos. Y mucho menos en esta ocasión, en la que nuestros jugadores son conscientes de que están frente a un reto pendiente: esa medalla de oro europea que España nunca ha conseguido y que sin lugar a dudas esta generación dorada merece. Luchar por lo máximo es siempre el objetivo de este equipo, que a la hora de volverse a reunir ha demostrado de nuevo el ejemplar compromiso que ha sido una de las bases de sus recientes éxitos.

El baloncesto español es hoy en día una referencia europea y mundial gracias al inconformismo que nos transmiten todos quienes forman, han formado y formarán parte de este Equipo con mayúsculas, que esta semana se empieza a preparar para dentro de aproximadamente mes y medio podernos regalar una nueva alegría, quizás la más esperada porque es una alegría pendiente.

miércoles, 22 de julio de 2009

De platino

Si para nuestras generaciones la medalla de plata de Los Angeles 1984 fue hasta hace poco todo un referente, para las actuales, que lógicamente se miran en el espejo de lo más reciente, la del 25 de julio de 1999 es una fecha mágica: aquella tarde muchos descubrieron a un grupo de chavales que desde el anonimato de la base saltaron a las pantallas de televisión para que toda España fuera testigo de su proclamación como campeones del mundo.

Hoy, diez años después de aquellos momentos inolvidables, los Juniors de Oro son ya verdaderas estrellas de alcance mundial y un espejo para todos nuestros jóvenes. Y lo son, como se les reconoce de forma unánime, tanto en las canchas como fuera de ellas. Su irrupción en nuestro baloncesto no sólo nos ha reportado éxitos deportivos, medallas y podios con los que todos hemos disfrutado y nos hemos emocionado, sino sobre todo la transmisión de unos valores que les han convertido en referentes globales. De los que estamos más que orgullosos.

Porque para la FEB es realmente un orgullo haberles podido llevar de la mano, a través de nuestras selecciones en diferentes categorías, en un camino que tienes ya visos de acabar siendo legendario.

Hace tiempo que nuestros Juniors de Oro han dejado de ser juniors, y me atrevería a decir que también son ya, más que de oro, de platino. Sólo nos queda felicitarnos todos nosotros y darles a ellos las gracias por estos diez años tan maravillosos.

jueves, 16 de julio de 2009

No va a ser la última

Al igual que hace unas semanas de Riga, este último lunes regresamos de Suecia con una nueva medalla de nuestro baloncesto femenino, el oro en la categoría sub 18 que evidentemente nos ha llenado también de satisfacción en sí misma, pero que además de permitirnos disfrutar del éxito presente nos permite multiplicar nuestra ilusión por el futuro.

La actuación de esta selección en el Campeonato de Europa fue impecable, en resultados, en juego y en imagen. Exhibió un espíritu de equipo y una mentalidad ganadora impresionantes; demostró el máximo nivel de competitividad y un elevado talento, pero también una enorme capacidad de sacrificio en los momentos decisivos, que no fueron fáciles, ni la semifinal contra el país anfitrión ni la final frente a un rival con muchos centímetros.

Ser campeonas de Europa es algo verdaderamente muy complicado, que sólo está al alcance de los grandes equipos, y éste ha demostró serlo. Por eso quiero felicitar a todos los que trabajaron para conseguir este gran éxito, desde el primer día de la concentración hasta la emocionante final que nos hizo vibrar.

Ésta en tierras suecas fue ya la segunda satisfacción que nos dan este verano las chicas, lo que reafirma el convencimiento de la FEB en su apuesta por el baloncesto femenino, un pilar imprescindible para el crecimiento y desarrollo de todo el baloncesto español.

Vamos a celebrar este éxito como merece, pero no podemos olvidar que el verano continúa y ahora mismo tenemos otra selección en juego, la sub 20 femenina, dispuesta también a darnos otro alegrón en Polonia. Y se acaba de poner en marcha el Europeo sub20 masculino, y después vendrán más campeonatos, hasta ese Eurobasket masculino en Polonia ya en septiembre...

Los esperamos todos con la máxima ilusión porque estamos convencidos de que la de las chicas sub 18 no va a ser la última medalla de este año.

miércoles, 1 de julio de 2009

El mejor ejemplo

Que las selecciones nacionales sean hoy en día elementos imprescindibles en la promoción nacional e internacional del baloncesto no es casualidad, porque son equipos que consiguen vertebrar a todo un país porque los ciudadanos de cada uno de ellos las consideran como suyas. Y el mejor ejemplo para nosotros es la nuestra, por supuesto. Pero no sólo por los éxitos deportivos, sino porque hoy en día la Selección Española se ha convertido poco menos que en una religión.

No porque sí. La lista que esta semana hemos hecho pública de cara al Eurobasket de septiembre en Polonia ha vuelto a sacar a la luz el compromiso de todos estos jugadores con el equipo por la sencilla razón de que todos los elegidos han demostrado su ilusión por estar.

Como cada año, al hacerse pública la lista de seleccionados empieza el tiempo de la Selección, y es siempre un tiempo de ilusión y expectativas de éxito. Y cada año repetimos que nuestro éxito se cifra siempre en ganar, pero ganar el primer partido, después ganar el segundo, después el tercero… Somos los primeros en saber, reconocer y asumir que nuestra Selección es una auténtica selección de talento. Pero es un equipo ganador no sólo por el talento sino también por su humildad, por su respeto a los rivales y por los valores que transmite.

Con todo ello confiamos en cumplir los objetivos que nos hemos marcado, que podemos resumir en uno: defender con orgullo a nuestro país para que nuestro país siga estando orgulloso de nosotros.