La mujer: un pilar fundamental

El sorteo del Mundial que se celebra este martes en la República Checa será el pistoletazo de salida de un nuevo reto para nuestra Selección Femenina: subir al podio en un campeonato Mundial por primera vez en la historia, y dar así un paso más en su extraordinaria trayectoria de los últimos años, en los que ha conquistado cinco medallas en otros tantos Europeos consecutivos y, sobre todo, se ha convertido en el mejor espejo en el que mirarse las selecciones de categorías de formación que este pasado verano protagonizaron un año verdaderamente histórico.

Pero la apuesta de la FEB por el baloncesto femenino no se limita a la competiciones internacionales, aunque a ellas podamos acudir ahora con la ambición de luchar por medallas y podios.

Nuestra apuesta por la mujer y por todo lo que signifique progreso y desarrollo de lo femenino va mucho más allá. De un tiempo a esta parte, el baloncesto femenino y los programas en que la mujer es protagonista se han convertido en uno de nuestros objetivos preferentes, tanto desde un punto de vista estrictamente deportivo como también social.

En lo deportivo, el trabajo de los clubs ha permitido que nuestras Liga Femenina y Liga Femenina 2 sean ya unas competiciones de referencia internacional. Y no menos importante es el trabajo coordinado con las Federaciones Autonómicas, que nos permite, entre otras cosas, contar con unos Campeonatos de España cada año mejor y más competitivos. Todo lo cual se traduce, o viceversa, en que somos la Federación deportiva española con mayor número de licencias femeninas.

Y en lo social, nuestra Fundación Sociocultural ha lanzado y desarrollado numerosos programas destinados a la mujer. Son programas con objetivos sociales pero con el baloncesto como vehículo, como trampolín. Creemos que es una buena fórmula para aportar nuestro granito de arena al trabajo y esfuerzo de muchas otras instituciones, y nos satisface comprobar que así lo cree también el Ministerio de Igualdad, con el que mantenemos una estrecha colaboración en varios programas y del que recibimos no sólo el apoyo que ayuda a poner en marcha algunos programas sino también el reconocimiento que nos espolea a seguir trabajando en esta línea.

El baloncesto femenino, su crecimiento y desarrollo, ha sido, es y seguirá siendo un pilar fundamental de la FEB. En las pistas y fuera de ellas.

Europa: intereses complementarios, objetivo común

El pasado fin de semana coincidimos en Munich, con motivo de la inauguración de la nueva sede de FIBA Europa, representantes de todo el baloncesto europeo: federaciones, asociaciones de clubes, ligas... Una reunión que para los miembros del Board de la federación continental tiene una continuidad más oficial con la reunión en la que, entre otras cosas, se establecerá el procedimiento para la adjudicación de los siguientes Eurobasket, tanto masculino como femenino, a los que cabe aún designar sede: los de los años 2013 y 2015.

En Munich estuvimos prácticamente todos, pero si por algo se ha caracterizado el baloncesto europeo en los últimos años no ha sido precisamente por su unidad sino por todo lo contrario: la atomización de intereses. En una época histórica que, además, está en parte marcada por el cada año mayor número de jugadores europeos que hacen las maletas rumbo a la NBA (una circunstancia que no tenemos por qué ver desde una óptica negativa. Es evidente que todos querríamos tener a nuestras grandes estrellas todo el año en casa, en nuestros equipos y en nuestras competiciones. Pero la promoción del baloncesto que representa contar con jugadores de nuestro país destacando en la NBA no sólo no es negativo sino que los dirigentes de nuestro deporte tenemos la obligación de aprovecharla en positivo)

Todo pasa por lograr la mayor confluencia posible de intereses. A estas alturas es absurdo cerrar los ojos a la evidencia de que cada vez encontramos más intereses particulares –incluso dentro de un mismo estamento-, pero lo que no podemos perder de vista es que el objetivo es común: el crecimiento de nuestro deporte a partir de todos los estamentos (federaciones, clubes, jugadores, entrenadores…) y a todos los nieves (competiciones nacionales, internacionales, de selecciones...)

Intereses complementarios para un objetivo común. Sólo articulándolo así el baloncesto europeo podrá evitar las divisiones y los cismas y seguir siendo lo que ha sido siempre en el seno de la FIBA: la gran referencia del baloncesto mundial.