Saber ganar y perder

Hace un año hablábamos desde estas páginas del triunfo en el Mundial de Japón. Ahora no podemos cambiar ni de filosofía, ni de trabajo, ni de discurso. La diferencia entre el tiro de Nocioni de Saitama y el de Holden en el Palacio de los Deportes no puede hacernos ver lo contrario. Somos subcampeones de Europa, realizando un gran baloncesto, con un equipo todavía joven y con los mismos valores que nos hicieron campeones. Seguimos siendo muy grandes, y si no se puede ganar siempre, sí que podemos asegurar que el futuro estaremos siempre compitiendo de igual a igual con los mejores del mundo.

Y de lo que estoy tremendamente orgulloso es de haber sido anfitrión de un evento de la categoría del EuroBasket 2007, el más importante celebrado en nuestro país este año, y que se ha saldado con unas impresionantes cifras de asistencia a las canchas, audiencia televisiva y repercusión mediática. La calificación final, tanto deportiva como organizativa, es de sobresaliente.

Pero si en este verano las semanas encadenaban éxitos del baloncesto español, durante el mes de septiembre pasábamos de la plata de Madrid a un Europeo en Italia donde hemos disfrutado del baloncesto femenino en estado puro. El equipo nacional ha demostrado coraje, garra, calidad, confianza, solidaridad, compañerismo,... en definitiva valores del baloncesto que nos llevaron hasta la final y la medalla de plata. Una plata en el podio pero un oro en casta. La siguiente cita será el Preolímpico del próximo mes de junio y lo justo sería que este equipo esté en los Juegos de Pekín del 2008, con el baloncesto español representado en las dos categorías como ocurrió en el 2004. Estoy convencido de que así será. Algunas veces el último tiro entrará y otras no. Mi orgullo y agradecimiento por estas selecciones es igual o mayor que hace doce meses.

Pero desde la Federación se está trabajando en el 2012, e incluso en el 2016. Las campeonas de Europa Sub 20 y los subcampeones de la misma categoría están preparados para llegar en perfectas condiciones a los Juegos de Londres. Y por debajo vienen generaciones que suben al podio continental verano tras el verano. El método FEB y el trabajo de cantera de los clubes y las Federaciones Autonómicas están funcionando a pleno rendimiento y si Rusia nos ha podido vencer en categoría senior España, con ocho nuevas medallas este verano, sigue dominando el ranking general tanto continental como mundial.

Y volvemos a pensar en el futuro. Para seguir hablando de éxitos ya están trabajando los clubes en unas competiciones que están en pleno desarrollo y que llevan el baloncesto o todas las ciudades del territorio nacional. Ahí comienzan a ganarse las medallas.

El trabajo ya está hecho

En los últimos veranos la Federación Española de Baloncesto viene recibiendo palabras de elogio por los éxitos conseguidos por las diferentes selecciones nacionales en competiciones internacionales. Y yo siempre me remito a lo mismo: no se trata de hechos esporádicos, de suerte en determinados lances del juego... el trabajo de todo el año, ya sea por parte del Gabinete Técnico de la FEB o de los entrenadores de los clubes durante toda la temporada, ya estaba hecho. Las competiciones determinan el puesto en función de este trabajo. Nadie puede asegurar las medallas pero sí que aumenten las posibilidades de conseguirlas. España es actualmente una gran potencia mundial y, posiblemente, el líder europeo. Me agrada que las seis medallas de formación conseguidas se hayan repartido en categoría masculina y femenina, y que se hayan conseguido en las tres franjas de edades: cadete, junior y sub20. Esto supone que España es competitiva en cualquier campeonato al que acude y que el futuro a corto, medio o largo plazo está asegurado.
Si hace unos años mirábamos las banderas americanas, rusas o yugoslavas siempre por encima de la nuestra, ahora la situación ha cambiado. Somos favoritos en cada torneo al que acudimos y el trabajo en la base asegura el mantenimiento de la elite. Sólo tengo palabras de admiración hacia esa selección U20 Femenina, que se sobrepuso a las adversidades para ser campeonas de Europa; o esa U20 Masculina, que sin sobresaltos y con una gran capacidad de trabajo consiguió la plata en Eslovenia; o esa U18 Femenina que sigue confirmándose como una generación de tremendo talento; la U15 Masculina, plata en el Festival Olímpico de la Juventud; o, por último, las dos U16 , tanto en Masculina como en Femenina, que nos demuestra que las buenas hornadas de jugadores siguen llegando desde abajo. También quiero mencionar los buenos papeles de la U18 Masculina en un Europeo Junior “manchado” por una situación que no quiero volver a recordar; y los equipos que han disputado los tres Mundiales de Formación.
Todavía quedan los dos grandes retos del baloncesto español de este año: El Europeo Femenino de Italia, el primer paso para conseguir la clasificación para los Juegos de Beijing 2008; y el EuroBasket de España 2007, que está despertando en los medios y los aficionados una expectación con la “eñemanía” que nuestro deporte ya había olvidado. El ambiente de euforia que se vive podría ser peligroso si no estuviéramos hablando de unos campeones del mundo con los pies en el suelo, con una capacidad de sacrificio fuera de toda duda, con una calidad humana igual o mayor que la deportiva.
Nos enfrentamos a un momento importante del baloncesto español y, también en este caso, el trabajo estará hecho, por lo que las posibilidades de éxito son mucho mayores.
Pero tampoco me quiero centrar en el mundo de las selecciones, que es el que acapara el verano en la Federación. El Curso de Entrenador Superior, los clinics arbitrales, el master de periodismo o la estructura de unas competiciones federativas cada vez más interesantes y profesionales suponen también que la temporada 2007/08 comienze ya con el trabajo realizado, para que el aficionado sea el que disfrute.

Un reto apasionante

Volver a ser recibidos por la Casa Real, en esta ocasión al comité organizador del EuroBasket 2007, es siempre motivo de orgullo, y la demostración palpable de que nos enfrentamos a un reto ilusionante y apasionante. Reto organizativo, porque se trata del evento del mundo del baloncesto más importante que se celebrará en nuestro país desde hace mucho tiempo. Reto deportivo, porque si un Europeo siempre es una cita obligada en la historia, el hecho de actuar como anfitriones y como campeones del mundo sobrevalora nuestra actuación y la repercusión mediática y de los aficionados. Y, por qué no, reto económico, que será fruto de una buena gestión de los recursos. Estoy convencido de que a mediados de septiembre hablaremos de éxito en las tres parcelas: organizativa, deportiva y económica.

Y me faltaría otra parcela fundamental y, posiblemente, la de mayor futuro: la social. El éxito será también canalizar todo ese entusiasmo de los aficionados, la ilusión de un país, y los valores que proyecta esta selección en particular y este deporte en general. Para ello hemos creado la Fundación Sociocultural del Baloncesto , para poner en marcha proyectos de ayuda a la integración, de lucha contra los problemas de salud,... porque estoy convencido de que podemos poner nuestro granito de arena en estos aspectos.

Pero no quiero que los árboles nos impidan ver el bosque. Un bosque que nos ha proporcionado un espectacular mes de mayo de baloncesto. Una Adecco LEB que ha llegado a su momento culminante con pabellones llenos, aficiones en la calle y un nivel de baloncesto que no para de crecer. Los mismos argumentos se pueden decir con la Adecco LEB 2, que sigue evolucionando de la mano de su hermana mayor. Mención aparte me merece la Liga Femenina, que nos ha regalado una serie final que ha puesto la guinda de oro a una competición apasionante. Me gustaría mencionar a los triunfadores: Ros Casares, Climalia León, Ricoh Manresa, Ciudad de la Laguna, Beirasar Rosalía, Cadi La Seu d’Urgell, Agencia Serrano Badajoz, Costa Urbana Santa Pola e Illescas Superficies y Viales, aunque han sido mucho más los equipos merecedores del éxito. Para la temporada que viene hemos trabajado para mejorar el sistema de competición y añadir más emoción a todos los partidos de liga y dotar de más espectacularidad las decisiones finales. La nueva Adecco LEB (Oro, Plata y Bronce) servirá para mejorar las estructuras de nuestras competiciones.

Al tiempo que las competiciones acaban, empiezan las concentraciones de las selecciones de formación: otro de los pilares fundamentales donde se sustenta nuestro deporte. Este verano serán 10 las citas oficiales ya que somos el único país europeo que ha conseguido la clasificación en los tres Mundiales. Es muy posible que lleguen medallas pero lo que es seguro es que competiremos en cada uno de los encuentros, porque nuestra cantera posee un potencial enorme y el trabajo de los clubes, los jugadores y el Gabinete Técnico facilita enormemente las cosas.

Se nos avecina un nuevo verano mágico. Disfrutemos todos de él.