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viernes, 28 de octubre de 2005

En la élite europea y mundial

Hace unos meses presentaba desde estas mismas líneas un verano intenso con ocho Europeos, un Mundial y los Juegos Mediterráneos. No podía prometer medallas pero sí que todas y cada una de las selecciones saldrían a competir contra cualquier rival. Ahora doy pie a un Basket FEB de casi 100 páginas en las que hablamos de las seis medallas obtenidas (oro cadete femenino, plata junior femenina y bronces en el Europeo Senior Femenino, el Cadete Masculino y en las dos categorías de los Juegos Mediterráneos), y del liderazgo del ranking continetal tanto en senior como en categorías de base. Un oro en el ranking europeo que viene siendo habitual dada la buena salud del baloncesto de selecciones nacionales en competiciones europeas y al que incluso llegamos a poner algún reparo.

Y es que cuando se consigue un cuarto puesto en el Europeo Masculino de Serbia y el pasaporte para el Mundial de 2006, los jugadores y los aficionados miran hacia arriba y ven que las medallas están a nuestro nivel, en vez de ver cómo Rusia, Italia, Croacia o Serbia se quedan sin el pasaporte para Japón. O cuando el baloncesto femenino consigue una tercera medalla de bronce consecutiva, la sensación llega a ser de rabia por no haber podido luchar por el oro en la final de Turquía. Esa ambición tiene una connotación tremendamente positiva: hemos pasado de mirar a los países tradicionalmente potentes desde abajo a estar por encima de todos ellos y no conformarnos con mantenernos en la elite (algo que no han coseguido muchos de ellos) sino buscar siempre el oro en cualquier competición. El tercer y el cuarto puesto en los Europeos Senior nos colocan por delante de Francia, Lituania, Rusia y Grecia en el ránking de Europa 2005 y quintos en el mundial de FIBA, en una posición inmejorable y, sin embargo, nos hemos quedado con la sensación de que sólo tres segundos y una canasta de un crack como Nowitzki nos alejaban de la final de Belgrado.

Es entonces cuando miramos hacia adelante, hacia esos Mundiales de Japón y Brasil, hacia ese Eurobasket 2007 que se celebrará en nuestro país, y vemos que el futuro es prometedor. Porque el primer puesto en categoría senior se complementa con el liderato del ranking europeo formativo, lo que demuestra que no nos encontramos con una sola generación brillante sino que hay mucho futuro detrás. Y si el trabajo de estos años ha sido eficaz no tiene por qué ser diferentes los siguientes retos de nuestras Selecciones.

Gran verano 2005 a nivel internacional que se ha llegado a solapar con la nueva temporada doméstica. Y es que cuando en Belgrado se conseguía el pasaporte a Japón, en España comenzaban las competiciones dando paso a otros nueve meses apasionantes, con baloncesto de elite repartido por toda la geografía nacional Nueve meses de trabajo en clubes y federaciones autonómicas, vitales para que los jugadores españoles sigan creciendo en ligas que volverán a tener otro colofón en un nuevo verano de competiciones internacionales.