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miércoles, 23 de diciembre de 2009

Un compromiso garantizado

Si de un valor estamos orgullosos de nuestras selecciones ése es sin duda el compromiso que nos demuestran año sí año también todos los jugadores. Un compromiso con el mejor concepto de equipo, con la amistad, el sentimiento, la identificación, con el representar al país en la deportiva lucha por subir al podio en todas y cada una de las competiciones. El compromiso que encarnan todos nuestros equipos y que mediáticamente por encima de todos representa la Selección masculina absoluta.

Aún estamos como quien dice saboreando el oro del Eurobasket de Katowice y ya se han abierto las quinielas del Mundial, en especial sobre la presencia de tal o cual jugador, como siempre con Pau Gasol en el principal punto de mira. Pero no sólo él: en estos momentos todos estamos también muy pendientes de la evolución de Jose Calderón y de Rudy, de la que únicamente nos preocupa que se recuperen lo antes posible y lo mejor posible para poder verles de nuevo disfrutar en la pista.

Ellos, como el propio Pau y todos los demás jugadores que forman parte de nuestra Selección –acaben estando o no entre los doce definitivos-, han explicado en los últimos años en numerosas ocasiones que su decisión no la toman en diciembre ni en enero sino en mayo o junio, cuando acaba la temporada. Es lo más razonable, lo correcto, lo mejor en suma. Y nosotros estamos plenamente de acuerdo.

Hace un año por estas fechas también se hablaba de Pau, se intentaba de interpretar sus palabras y reducirlas a un “sí” o un “no”. Demasiadas prisas. Hay que dejar pasar el tiempo, llegar al final de la temporada y valorarlo. Es lo que en la FEB vamos a hacer un año más, siempre con la ilusión de seguir contando con todos los que quieren formar parte de este equipo extraordinario.

El compromiso lo tenemos garantizado. Y el compromiso garantiza que también en el Mundial de Turquía 2010 España perseguirá el éxito de la mano de uno de los equipos más potentes del mundo.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Una de las mejores selecciones del mundo

Probablemente es inevitable que el sorteo de los grupos del Mundial de este martes en Estambul se haya visto desde la óptica de un hipotético enfrentamiento entre España y Estados Unidos. El recuerdo de la inolvidable final olímpica está todavía muy vivo en el mundo de nuestro deporte.

Pero nosotros, como hemos hecho en todos los últimos campeonatos, no miramos más allá de los primeros partidos, desde el respeto a todos nuestros rivales y la confianza en nuestras propias posibilidades. He valorado que nos ha tocado un buen grupo, equilibrado, con rivales frente a los que no cabe la más mínima relajación. Partido a partido, jornada a jornada, es como ha encarado nuestra Selección todos sus desafíos, porque incluso cuando se inicia ya la competición el cuadro de cruces queda muy lejos.

Y valorar que Estados Unidos acudirá a Turquía con el cartel de máximo favorito a la medalla de oro no significa renunciar a nada. Nosotros somos conscientes de que hemos jugado las cuatro últimas grandes finales internacionales, lo que nos otorga la actual condición de una de las mejores selecciones del mundo. Es una condición que queremos seguir manteniendo: la de los equipos que se suben al podio.

jueves, 10 de diciembre de 2009

A las puertas del siguiente reto

No han pasado todavía ni tres meses desde aquel histórico domingo en Katowice en que nuestra Selección subió a lo más alto del podio europeo, cuando nos hallamos ya a las puertas del siguiente reto: el Mundial del próximo septiembre en Turquía, del que ya conocemos a nuestros primeros rivales.

Ningún campeonato de estas características es ni mucho menos sencillo, y el hecho de enfrentarte a rivales quizás con menos proyección, con un estilo de baloncesto diferente y además menos analizados por los servicios de scouting, representa casi siempre una prueba nada cómoda de superar. Pero ahí está la posibilidad de reeditar los clásicos duelos con Argentina, o de soñar con una repetición de la gran final olímpica del 2008...

Y sea un Eurobasket, un Mundial o unos Juegos Olímpicos, nuestra Selección lo afronta con la misma filosofía: la de luchar por alcanzar lo máximo. Y eso es lo que harán los doce jugadores que Sergio Scariolo se lleve dentro de unos meses a Turquía, como lo han venido haciendo en los últimos años, con los resultados extraordinarios que todos sabemos, tanto en lo meramente competitivo como en lo mediático y social.

Así pues, el Mundial 2010 ha empezado este martes en Estambul. Y a los rivales que nos han tocado en suerte les miramos ya como miramos a todos: con total respeto, pero también con la absoluta confianza de que un año más estaremos capacitados para tratar de superarles y volver a aspirar al éxito, como confiamos que aspiren a lo largo de todo el verano el resto de nuestras selecciones, protagonistas en 2009 del que posiblemente ha sido el mejor año de nuestra historia.

Además, el Mundial de Turquía 2010 será para nosotros algo especial: la puerta que, cuando se cierre el próximo 12 de septiembre, abrirá la siguiente, la del Mundial 2014 gracias al cual España será, a lo largo de los próximos cinco años, el centro del mundo del baloncesto.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Veinte años

Veinte años son muchos, y más en este mundo de ritmos trepidantes, pero no los suficientes como para que podamos haber olvidado a uno de los nuestros. El recuerdo de Fernando Martín está hoy más vivo que nunca porque el camino que él trazó –con el carácter, la tenacidad y la sana ambición que dos décadas después lucen los actuales cracks- ha quedado para el baloncesto español abierto para siempre.

Su trágico e inesperado fallecimiento dejó huella en todos nosotros por el durísimo golpe que significó quedarnos de pronto sin uno de los referentes de la historia de nuestro deporte. Fernando exhibió con todas sus virtudes los valores con los que en el transcurso de los años, y de forma muy especial en estos últimos, hemos identificado al baloncesto español. Él lo hizo, además, con un espíritu pionero que en aquella época podía representar su ascenso a los altares de los héroes tanto como el riesgo de una caída al pozo de las envidias.

Su figura logró lo que realmente merecía: la admiración incondicional hacia un deportista que renuncia a su posición de número 1 para aventurarse en la historia. En Europa era un pívot dominante y en Portland jugó poco, pero su ejemplo valió por todos los minutos que estuvo en el banquillo y los poco menos de 100 que, en la pista, le asignaron para siempre la condición de estrella.

Muchos años después, el baloncesto español ha tenido y tiene en la NBA una representación tan amplia como brillante, de la que desde hace sólo unos meses brilla con luz propia el anillo de Pau Gasol. Pero nuestras actuales estrellas, no sólo las que están allí sino las que siguen luciendo aquí, pueden considerarse los mejores herederos posibles del espíritu competitivo de Fernando Martín.

El Premio que este jueves otorga el diario As a la Federación Española de Baloncesto y a las 8 selecciones que este histórico verano del 2009 han subido a los podios internacionales es sólo, por ahora, el último de los reconocimientos a los que nuestro baloncesto se ha hecho acreedor.

En estos veinte años el baloncesto ha evolucionado muchísimo, en muchos sentidos es literalmente otro. Pero lo que no ha cambiado es que el verdadero éxito se mide por ese carácter, esa tenacidad, esa sana ambición, en definitiva, ese espíritu, que nos han insuflado Fernando Martín y muchos otros que le sucedieron.