La base de la pirámide

Ninguna pirámide puede levantarse sin una sólida base, y si la de nuestro baloncesto es fuerte y resistente es porque se empieza a construir desde muy abajo, desde estos Campeonatos de España de Minibasket que a partir de este sábado son los protagonistas en el mismo escenario en el que en los últimos años nuestras selecciones absolutas -masculina y femenina- han preparado sus grandes éxitos.

En la FEB sabemos que para disfrutar del mayor nivel posible es imprescindible invertir en el futuro, y hacerlo con la complicidad de las federaciones autonómicas, los clubes y los entrenadores como los que van a estar representados en estos campeonatos.

Las cinco jornadas que se van a vivir en San Fernando estarán marcadas por la ilusión de conseguir un título de campeón, pero también por la de participar en una fiesta que para todos estos y estas jóvenes aspirantes a estrellas será sin lugar a dudas un momento inolvidable.

Más allá de cuáles acaben siendo los resultados deportivos, verles en acción es siempre estimulante, mucho más si la competición es sólo la excusa para disfrutar de unos días de convivencia con los valores de nuestro deporte.

Dispongámonos pues a disfrutar con la ilusión de quienes empiezan, y ojalá dentro de unos años reconozcamos entre nuestros grandes internacionales a algunos y algunas de estos hoy pequeños y pequeñas protagonistas.

Suerte a todos

Un eficaz vehículo de integración y desarrollo

La reciente presentación en Las Palmas de la tercera edición del programa ‘Baloncesto Sin Límites’ y la firma este próximo lunes del convenio con la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional ejemplifica el éxito de las iniciativas con las que la Fundación FEB participa de forma activa de las inquietudes de nuestra sociedad. Tres ediciones de un programa dan para mucho, y para lo que han dado las dos primeras ha sido para darnos cuenta de que, en efecto, el baloncesto tiene los suficientes valores para constituir un eficaz vehículo de integración y desarrollo social. Que es, en suma, el objetivo que nos marcamos hace poco másde dos años al emprender esta aventura que se ha convertido en una apasionante realidad.

Y no sólo queremos que el baloncesto sea un vehículo social en nuestras calles, en nuestras escuelas o en nuestras cárceles, sino también más allá de nuestras fronteras. El pasado lunes estuvimos en Las Palmas de Gran Canaria, pero la impronta de la FEB quedará pronto marcada también en varios puntos de nuestro vecino continente africano, en el que de la mano de la Secretaría de Estados de Cooperación Internacional, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, vamos a desarrollar una serie de proyectos no menos ilusionantes, con el compromiso del Mundial 2014 en el horizonte. Es un reto sobre otro reto.

Lo que nos ha enseñado la experiencia en la aún corta vida de nuestra Fundación es que ningún esfuerzo es en vano y que los resultados, tarde o temprano, llegan. Colaborar en la reducción del absentismo escolar, hacer más llevaderas situaciones personales difíciles o ayudar a que a los jóvenes les atraiga la lectura pueden parecer pequeños retos, pero para nosotros son grandes desafíos, en los que ponemos todo nuestro esfuerzo e ilusión, pero también la máxima ambición. Esfuerzo, ilusión y ambición que a partir de ahora vamos a volcar también en el desafío que representa poner nuestro granito de arena en el de-sarrollo de la necesitada Africa.