Traduce este Blog a: Inglés Francés Alemán Italiano Chino

miércoles, 25 de febrero de 2009

El extraordinario momento de nuestro baloncesto femenino

Aunque ya sabíamos todos que iba a ser muy difícil, estábamos convencidos de que era también posible. Y casi lo ha sido. Pero lamentablemente el Ciudad Ros Casares no ha podido ganar en la cancha del Spartak y ha quedado fuera de una Final Four de la Euroliga femenina que podía haber sido histórica, con dos equipos españoles entre los cuatro que optarán al título.

En las semifinales estará sólo el Perfumerías Avenida, que logró su pase de forma brillante la pasada semana, pero lo estará representando a un baloncesto femenino español que en estos playoff de cuartos de final ha demostrado su extraordinario momento: con la clasificación de uno de sus equipos y con el récord de asistencia de público a un partido, los 6.600 espectadores que hace una semana llenaron la Fonteta en el segundo partido de la serie del Ros contra su rival ruso.

La presencia de las salmantinas en la Fina Four continental es un éxito y también un premio. Al trabajo de clubes como el Perfumerías Avenida y a la implicación de todos: instituciones, directivos, entrenadores, jugadoras y afición. Si hace unas semanas, con motivo del sorteo de la fase final de la Copa de la Reina que acogerá el próximo fin de semana, felicité a Salamanca por haberse convertido en un referente incuestionable de nuestro baloncesto femenino, ahora toca felicitarla de nuevo por el paso histórico de su equipo.

Felicitación que merece asimismo todo el Ros Casares, por haber estado luchado hasta el final y haber estado tan a punto de lograr también ese dificilísimo objetivo que es meterse en una Final Four, que para ellas habría sido la tercera.

Todos los aficionados del baloncesto español saben que no tardarán mucho en conseguirlo.

jueves, 19 de febrero de 2009

Una Copa con todos los ingredientes

Arranca hoy en Madrid una nueva edición de la Copa del Rey, la competición por antonomasia, la que reúne año sí año también todos los ingredientes del mejor baloncesto posible: pasión, emoción, partidos a muerte súbita, y todo ello en un ambiente inmejorable en el que nuestro a veces pequeño mundo se hace, durante cuatro días, grande.

La Copa es todo eso, y sobre todo un torneo cuyo desenlace es muy difícil de predecir, con ocho equipos en pista que se saben con posibilidades de llegar hasta el final… y triunfar. Este año, además, arranca con el más mediático plato fuerte del deporte español. El enfrentamiento entre Real Madrid y Regal Barcelona tiene, además de todos los componentes de sus grandes e históricos duelos, el aliciente añadido de dos equipos que parecen en plena forma.

Y con varios de nuestros jugadores en racha. Sergio Llull, Fran Vázquez, Víctor Sada, un Felipe Reyes que, a pesar de que todos le conocemos ya a la perfección, no deja de sorprendernos… Pero no son los únicos que están brillando esta temporada.
Por si fuera poco, la Copa 2009 arranca al mismo tiempo que en la FEB recibimos a Sergio Scariolo y que FIBA Europa ha nombrado a dos de los nuestros como mejores jugadores europeos del pasado año (Pau Gasol el mejor absoluto y Ricky Rubio el mejor joven por segundo año consecutivo), y a una de las señas de identidad del futuro de nuestro baloncesto femenino, Alba Torrens, la tercera mejor joven del continente.

Estamos pues todos preparados para disfrutar de esta fiesta, con la ilusión, además, de que el éxito que con toda seguridad vivirá esta Copa del Rey en Madrid será el aperitivo de la Copa de la Reina que en dos semanas viviremos en Salamanca.

lunes, 16 de febrero de 2009

Un All Star con nuestros valores

Si ya en los días y horas previos al All Star de la NBA nos debíamos sentir es-pecialmente orgullosos de ser españoles, una vez bajado el telón de la fiesta en Phoenix, con la guinda de la actuación de Pau Gasol en el Partido de la Estrellas, nuestro orgullo es aun mayor.

No es para menos, porque el baloncesto español ha hecho historia. Y la ha hecho no únicamente en base a la participación de nuestros tres jugadores sino también porque en este largo y glamouroso fin de semana, tanto Pau como Rudy y Marc han exhibido en el US Airways su calidad deportiva y profesional pero también esos valores que han llevado a nuestra Selección –y tras ella, a todo nuestro baloncesto- a lo más alto de los podios, las audiencias y los reconocimientos.

Ya el viernes Marc y Rudy dejaron su huella en el partido de rookies, y el domingo ha sido Pau quien ha cerrado la fiesta ocupando un puesto –ya no un hueco- entre los mejores; pero el sábado fue imposible no emocionarse con ese detalle de Rudy al realizar su primer salto con la camiseta del recordado y añorado Fernando Martín. El agradecimiento a quienes nos han precedido, el homenaje a quienes ni siquiera el paso del tiempo debe hacernos olvidar son de esos valores de los que también nos sentimos tan orgullosos y sin los cuales sería mucho más difícil alcanzar los éxitos que hemos alcanzado.

“Está bien conseguir que tu país te admire, pero es mucho mejor lograr que el mundo admire a tu país”, decía Pau meses atrás en un anuncio. Pues bien: de nuevo gracias a nuestros extraordinarios jugadores –y personas-, seguro que después de este All Star el mundo admira a nuestro baloncesto un poco más de lo que ya lo admiraba.

Ha sido fantástico vivirlo junto a ellos.

viernes, 13 de febrero de 2009

El premio del All Star

El All Star de la NBA es cada temporada una fiesta, en la que por unos días se relaja la tensión de la competición. Pero el de este fin de semana en Phoenix es para nosotros mucho más que eso: es un All Star histórico, con nada menos que tres españoles entre los grandes protagonistas. Es para sentirnos orgullosos y disfrutarlo, pero es también para volver a reivindicar –si es que hace falta- la figura de nuestros jugadores, incluidos ya sin ningún género de dudas entre los mejores del mundo.

Para Pau, Marc y Rudy, participar en esta fiesta, que rezuma por todos los poros el inconfundible glamour que le imprime la NBA, es además un premio. Un premio doble. Primero, por el reconocimiento que encierra en sí mismo a su trabajo, progresión y rendimiento, en el caso de Rudy y Marc, además, en su primer año aquí. Y segundo, porque para jugadores de sus generaciones, que en gran medida han crecido y se han formado con la mirada puesta en la NBA, vivir desde dentro todo un All Star, codeándose con la crema de la crema del baloncesto profesional estadounidense, es cumplir un sueño.

Ver estos días a los tres en esta fiesta es la demostración de que el baloncesto español es de los mejores del mundo. Que tengamos cada vez más jugadores en la NBA, y jugando además todos ellos a un nivel excelente, es para sentirse satisfechos y orgullosos. Es verdad que a lo largo de la temporada les echamos de menos, que nos gustaría seguir teniéndolos a nuestro lado, pero cuando en verano vuelven a casa y a la Selección son siempre un poco mejores y lo hacen cada año con renovada ilusión.

Estoy convencido de que estos tres días en Phoenix van a ser para Pau, Rudy y Marc inolvidables. Es un placer poderlos compartir con ellos.