Los playoff de la Euroliga, uno de los platos fuertes de la pasada semana -en especial el espectacular duelo entre Regal FC Barcelona y Real Madrid-, ha vuelto a colocar a nuestros jugadores en primer plano. Tal y como ocurre cada jornada en la Liga ACB. Al final sólo los azulgranas estarán en la Final Four de París, pero el hecho de que entre los ocho últimos aspirantes hubiera tres equipos españoles deja asimismo claro que esta Euroliga ha tenido –y espero que tenga hasta el final- un marcado sabor español.
A medida que la temporada se acerca al final no sólo están destacando nuestros internacionales consagrados –como Juan Carlos, Ricky, Jorge, Sergio o Felipe, aprovechando éste como siempre sus minutos en pista-, sino también aquellos que están llamando a las puertas de los mejores, como Fernando San Emeterio o Pablo Aguilar. Y tampoco podemos olvidarnos de los aún más jóvenes que están dado muestras de sus extraordinarias posibilidades de futuro, como los badaloneses Tomás y Franch, aunque ambos hayan perdido últimamente presencia en pista.
Lo mismo podemos decir de quienes viven en la NBA. La temporada de Marc ha sido de nuevo impresionante, con el objetivo ahora de recuperarse definitivamente de las molestias que le han impedido jugar los últimos partidos; Pau vuelve a apuntar a la lucha por el título; Jose Calderón y Rudy siguen al nivel de los mejores y con la ilusión de demostrarlo de nuevo este verano, vestidos de rojo, en el Mundial de Turquía; y Sergio aprovecha todos y cada uno de los minutos que se le brindan en New York.
Nuestros jugadores, en realidad, no hacen más que demostrar semana a semana, año a año, lo que dejan patente cada verano todas nuestras Selecciones: su excelente nivel de calidad y competitividad, nacional e internacional, cuando se les da oportunidad. Son jugadores así los que han hecho grande al baloncesto español.