Que las selecciones nacionales sean hoy en día elementos imprescindibles en la promoción nacional e internacional del baloncesto no es casualidad, porque son equipos que consiguen vertebrar a todo un país porque los ciudadanos de cada uno de ellos las consideran como suyas. Y el mejor ejemplo para nosotros es la nuestra, por supuesto. Pero no sólo por los éxitos deportivos, sino porque hoy en día la Selección Española se ha convertido poco menos que en una religión.
No porque sí. La lista que esta semana hemos hecho pública de cara al Eurobasket de septiembre en Polonia ha vuelto a sacar a la luz el compromiso de todos estos jugadores con el equipo por la sencilla razón de que todos los elegidos han demostrado su ilusión por estar.
Como cada año, al hacerse pública la lista de seleccionados empieza el tiempo de la Selección, y es siempre un tiempo de ilusión y expectativas de éxito. Y cada año repetimos que nuestro éxito se cifra siempre en ganar, pero ganar el primer partido, después ganar el segundo, después el tercero… Somos los primeros en saber, reconocer y asumir que nuestra Selección es una auténtica selección de talento. Pero es un equipo ganador no sólo por el talento sino también por su humildad, por su respeto a los rivales y por los valores que transmite.
Con todo ello confiamos en cumplir los objetivos que nos hemos marcado, que podemos resumir en uno: defender con orgullo a nuestro país para que nuestro país siga estando orgulloso de nosotros.