Lo hemos explicado muchas veces: en la FEB no nos conformamos con celebrar los éxitos de nuestros equipos y nuestras competiciones, miramos siempre al futuro. Pero mucho mejor que explicarlo con palabras es demostrarlo con hechos, y el ingente trabajo que hemos puesto en marcha para conseguir para España la organización del Mundial 2014 es un ejemplo.
Nos hemos propuesto el 2014 como un gran reto de futuro, aunque la carrera por conseguir la designación por parte de la FIBA empezó hace sólo unos meses y acabará dentro de poco más de medio año. Nosotros tenemos la ventaja del trabajo avanzado, fruto de la reciente organización del Eurobasket del 2007. Pero queremos presentar un proyecto deportivo-social del Mundial diferente a lo que han sido hasta ahora estos campeonatos; y además, pretendemos ofrecer la mejor imagen organizativa posible de nuestro país para colaborar en la consecución de los Juegos Olímpicos de 2016 para la ciudad de Madrid.
Trabajar a fondo como estamos trabajando ya por ese 2014 que parece lejano pero no lo es tanto, es una nueva fuente de ilusión. Por eso la FEB ha logrado ser una organización líder, porque queremos mantener, y multiplicar, la vocación que nos permite mantenernos en la elite. Si logramos, estoy convencido, y lo he dicho ya en numerosas ocasiones, de que el 2014 puede ser un nuevo momento histórico para el baloncesto español.
Y me satisface comprobar que no soy el único. Al menos eso es lo que se desprende del interés que nos han hecho llegar ya numerosas ciudades españolas, dispuestas a convertirse en sede del Mundial y que se están encargando de dar fuerzas al empuje que le estamos dando desde la FEB. Es nuestro nuevo reto de futuro, y queremos alcanzarlo.