Este fin de semana se ha alzado el telón de una nueva etapa, la de las competiciones Adecco, un proyecto con vocación de líder que la pasada semana presentamos en Madrid, con la participación de clubes, jugadores, entrenadores, árbitros y patrocinadores, con toda la ilusión y ambición del mundo.
Es una competición renovada sustancialmente, en su categoría Oro con un carácter mundialmente pionero de aplicación de las próximas nuevas reglas FIBA, y con un nuevo sello de identidad, con más jugadores de casa sin por ello dejar de ser una competición abierta a otras fronteras y con el máximo objetivo de ser la mejor competición posible en la que todos los estamentos puedan crecer.
La Liga Adecco no quiere ser una segunda división, una competición de paso; quiere ser lo que ya es, una Liga con características propias, con unos valores que la han llevado a ser la quinta Liga de Europa con más público en las gradas y en la que en cada jornada es imposible hacer pronósticos porque es también una de las competiciones más igualadas del continente.
La Adecco es asimismo una competición de la que se sientes orgullosos todos los que han pasado por ella, ya sea de forma circunstancial o durante tantos años que han hecho de ella un estilo de vivir, apasionadamente, el baloncesto. El mejor ejemplo de compromiso de la FEB con la competición ha sido el unirnos a una gran marca que es también líder en valores y que nos va a permitir, a todos, seguir creciendo.
Nuestro proyecto Adecco no es únicamente un proyecto de una Liga de baloncesto sino también el más ambicioso ideal de llevar el baloncesto a todos los niveles de nuestras ciudades, de vincularlo con la sociedad. La Liga Adecco quiere y debe ser un proyecto triple: de competición, social y de difusión de nuestro deporte y sus valores.
Con la ilusión de trabajar por ello y la ambición de conseguirlo hemos vivido este fin de semana la primera jornada.