En la FEB estamos empeñados –porque creemos en ello- en que la bandera de nuestro baloncesto sean los valores, y nada mejor que nuestras competiciones para representarlos. En especial las Ligas Adecco, que han cerrado una temporada 2009-2010 de nuevo extraordinaria, prácticamente coincidiendo con la celebración del II Congreso Adecco, que no en vano tuvo por lema El Valor de los Valores.
Las Ligas Adecco 2009-2010, en su nuevo formato, se han consolidado como competiciones de referencia, la Oro incluso a nivel internacional por haber sido la competición pionera en la aplicación de las nuevas reglas FIBA con un año de antelación respecto al resto del mundo.
Pero las Ligas Adecco han sido de nuevo mucho más que un laboratorio de Reglamento: un espacio excepcional de desarrollo para jugadores, entrenadores, árbitros y clubes, competiciones con la identidad que ofrecen nuestros propios jugadores; también un marco de desarrollo social de la mano del programa de Ciudades Adecco; y un evento que durante varios meses consigue un elevado seguimiento mediático a través de cientos de medios de comunicación locales, puntas de lanza de una difusión a la que hemos colaborado con no menos entusiasmo con la transmisión en directo semana a semana de los Partidos de la Jornada a través de nuestra página web www.feb.es.
Por todo ello, las Ligas Adecco 2009-2010 han exhibido otro valor del que nos podemos sentir orgullosos: el de la marca, a la que se suman, además de la que les da nombre, no menos de 1000 patrocinadores principales y secundarios y el esfuerzo y apoyo de las instituciones públicas.
Han sido meses apasionantes y emocionantes, tras los cuales brindamos a CAI Zaragoza y ViveMenorca la felicitación que merece su éxito, y desde ahora mismo citamos a los equipos que protagonizarán la temporada 2010-2011 a disfrutarla como hemos disfrutado de ésta. Las actuales Ligas Adecco no sólo son dignas herederas de sus quince años de historia sino también la base de un futuro que todos sus protagonistas pueden afrontar con la máxima ilusión y ambición: las de seguir creciendo.