Despedido y celebrado el 2009 de ensueño como el mejor año de nuestra historia, los primeros pasos de este 2010 los estamos dando de nuevo cargados de ilusión en dirección a los numerosos y también apasionantes retos que nos depara el calendario. El de las diez competiciones oficiales en las que participarán nuestras selecciones –que culminarán en septiembre con los dos Mundiales absolutos- y el de nuestros propios proyectos a corto, a medio y a largo plazo con el Mundial 2014 en el horizonte.
Pero no sólo pensamos en los retos puntuales sino también en los objetivos globales, el primero de los cuales seguirá siendo el crecimiento de nuestro deporte desde todos los puntos de vista posibles: deportivo, social y económico, y con la inclusión de todos y la exclusión de nadie. La FEB es y seguirá siendo integradora; sin rehuir el debate pero también sin renunciar a su razón de ser y a los valores sobre los que creemos que tiene que asentarse el baloncesto, tanto en nuestro país como más allá de nuestras fronteras.
No queremos dejar de ser competitivos en la cancha y tampoco renunciamos a crecer económicamente, pero sobre todo seguiremos empeñados en abrirnos a la sociedad cada día un poco más.
2010 será asimismo –y es algo que nos hace especial ilusión- el año en que verá la luz como competición oficial un proyecto mundial impulsado por la FEB: el campeonato 33 (de 3 contra 3) de los I Juegos Olímpicos de la Juventud que se disputarán en Singapur, del que esperamos que se acabe convirtiendo en un excelente vehículo de promoción de nuestro deporte en los cinco continentes, para acudir al cual, representando a España, en las próximas semanas presentaremos un novedosos sistema de participación abierto a todos nuestros jóvenes.
Todo ello, tal y como hemos hecho en el 2009 y en los años anteriores, de la mano de nuestros socios insustituibles: Federaciones autonómicas, ciudades, clubes, jugadores, entrenadores, árbitros y medios de comunicación.
Ha empezado un 2010 que también será apasionante.