Siempre resulta gratificante ver al baloncesto en las portadas de los periódicos deportivos. Este verano, antes ya de competir en el Mundial de Japón, la Selección Española lo ha conseguido. Un equipo que está ilusionando a la prensa y a unos aficionados que llenan pabellones para ver los entrenamientos. España se viste de rojo para animar a doce jugadores que se medirán con los mejores equipos del planeta en un Mundial en el que las expectativas de hacer algo grande son serias y con fundamento. Por primera vez en la historia contamos con cuatro jugadores que competirán la temporada próxima en la NBA, lo que dice mucho del talento de la Selección. Pero quien se centre sólo en este hecho se encuentra en un grave error. La Selección está formada por “12 jugadores con calidad NBA” como afirmó Pepu Hernández, un equipo sin rangos en el que todos tienen calidad suficiente para jugar en la mejor liga del mundo. Además, son 12 jugadores accesibles para el aficionado, capaces de firmar autógrafos durante veinte minutos después de cada entrenamiento, con jornadas de puertas abiertas en los entrenamientos y de atender a la prensa siempre que sea necesario. La pista nos dirá finalmente el puesto que ocupemos en el Mundial pero, de momento, esta Selección se ha colgado ya la medalla de oro de la ilusión.
Pero al igual que la Selección Española es mucho más que los cuatro jugadores NBA, el verano federativo tiene más frentes abiertos. Poco después de Japón, la Selección Femenina viajará a Brasil donde volverán a demostrar la competitividad que les ha llevado a la elite europea y mundial en los últimos años. El baloncesto femenino nos está dando cada vez mayores alegrías y en este año nombrado por FIBA como el de la “mujer en el baloncesto” nuestras chicas no nos defraudarán.
Y donde tenemos un seguro de vida es en las categorías de formación. Este verano el reto eran los seis Europeos donde España siempre es uno de los equipos favoritos. Como en todo deporte, los resultados pueden variar según las circunstancias pero lo cierto es que al final del verano España siempre acaba dominando el ranking de categorías de formación. A falta de los dos Europeos Cadetes, nuestras Selecciones han conseguido el pase a semifinales en tres de los cuatro campeonatos, obteniendo además el pasaporte para los tres Mundiales de Formación del verano del 2007, una fecha que también puede ser histórica para el baloncesto español.
Y todavía hay más. El Curso Superior de Entrenadores realizado en Málaga es el brillante colofón final de la actividad realizada con los técnicos desde la Federación Española, y el principio de la formación post-grado en la que nos estamos volcando con los técnicos del futuro. Los árbitros también han celebrado su final de temporada e inicio de la siguiente con el Clinic de Formación y el de Grupo 1, así como los médicos especializados en Zaragoza. También en Málaga se cerró el I Master de Periodismo organizado por la FEB y el Instituto Andaluz de Deportes. Las competiciones federativas están calentando motores de cara al inicio de temporada. Todo después de mi segunda Asamblea como presidente de la FEB en la que quedó de manifiesto la gran unión existente entre todos los estamentos del baloncesto y en la que se aprobó un presupuesto histórico FEB para el 2006 de 13 millones de euros. Un verano al rojo vivo que ya ha comenzado con la medalla de bronce de la Selección U18 masculina y el oro de la U18 femenina.