Voluntad de ayudar

Cuando hace unos meses nos visitó en Madrid, el presidente de la Federación de Costa de Marfil, Moïse Koré, dijo que para un país como el suyo es muy importante conocer el trabajo que se desarrolla en un baloncesto que, como el nuestro, ha llegado muy alto. “Porque somos dos países diferentes pero el baloncesto es el mismo”, dijo. Y por eso, porque el baloncesto es el mismo y porque sabemos que podemos ayudar a su desarrollo en países menos avanzados, es por lo que la FEB tiene en marcha numerosos proyectos de cooperación.

Los tenemos en América Latina, por una lógica cuestión de idioma, y los tenemos también en Africa, por cercanía y empatía. Pero fundamentalmente los tenemos –en colaboración con el Gobierno de España- por convicción.

Es lo que recientemente hemos transmitido, en Abidjan, a los máximos responsables del baloncesto africano, con quienes meses atrás firmamos un convenio de colaboración que no queremos que se circunscriba a un momento coyuntural sino que tenga una visión a largo plazo. El concepto básico de nuestros programas es tan sencillo como que consideramos que el baloncesto africano –con muchas posibilidades de talento pero con pocos recursos materiales para detectarlo y trabajarlo- debe crecer y desarrollarse en Africa. Pero eso sólo se conseguirá si todos nos implicamos en la empresa.

La FEB, a través de nuestra Fundación, hace ya unos años que ha dado sus primeros pasos. Y los seguiremos dando, porque estamos convencidos de que éste es el camino que el baloncesto debe recorrer para seguir creciendo a nivel mundial. Como hemos repetido en otras ocasiones y en otros ámbitos, sabemos que nosotros solos no tenemos las soluciones, pero sí la voluntad de ayudar a encontrarlas.

Es lo que queremos hacer también en Africa.